martes, 2 de agosto de 2011

Almas gemelas

No es difícil deprimir a un adolescente, pero yo le di todo el trabajo hecho a Smashing Pumpkins.
Vivía en Vigo, era la primera vez que me encontraba fuera de casa y nunca había imaginado que aquel año terminaría por convertirse en una larga estancia en el purgatorio. Me envolvieron los daños y pérdidas (por motivos extra-musicales), que mermaron todas mis capacidades menos la de sufrir. Por eso sentía cierta simpatía por este grupo: parecía pagar penitencia deambulando, sin acabar de cuajar en ninguna familia concreta.
Su eterno desaliento les permitió gozar del estatus que solo adquieren aquellos que se coronan a sí mismos con melancolía. La imagen que daban con este disco era la de 'profundamente perdidos, pero entrañablemente dulces'.
Como yo, estaban tristes, pero sabían elegir las palabras en sus letras para mostrar cierta esperanza. Y fue aquella amarga esperanza la que me empujó a comprar 'Siamese dream'; la misma que acabó siendo observada con suspicacia. Parecía una burla mordaz, hiriente y humillante. Creo que Billy Corgan se reía de mí cada vez que lo escuchaba entonando Today.

No hay comentarios:

Publicar un comentario